relatos con arte

Lo que sigue es un intento de utilizar la ficción para motivar el aprendizaje de la Historia de Arte. Lo que sigue son pequeños relatos apócrifos, reflexiones, descripciones, cartas o poemas. Textos inventados siempre, pero inspirados en la historia, para mostrar los sentidos de las obras o adaptarlos a nosotros. En ellos se hace hablar al autor, a un personaje, a un crítico, a un mecenas, a un profesor o a un espectador que nos cuentan sus razones, su manera de ver, su sentimiento o su reflexión ante la imagen plástica. Se intenta llevar a los ojos a un nivel correcto de enfoque (que no pretende ser único o excluyente de otros, pero que sí se pretende interesante) y animar a la lectura de lo que se ve, o lo que es lo mismo, educar la mirada y disfrutar del conocimiento, concediendo al contenido, al fondo de las obras, un papel relevante que en nuestras clases, necesariamente formalistas, se suele marginar.

Arte de la revolución

La coronación de Napoleón. 1805. Jacques Louis David. 2,9-9,79m. Museo del Louvre y Palacio Versalles
Los pintores de la revolución ya no pueden pintar cuadros de altar. Deben pintar a nuestros héroes, como Marat, retratar la grandeza cívica de la antigua democracia y presentarnos a los nuevos gobernantes como lo que somos: Servidores del pueblo. Por eso, en mi coronación, el Papa está sentado y yo mismo ciño a la emperatriz su corona. Todos me miran como a un rey, pero David, el pintor a quien encargué los dos grandes lienzos gemelos, sabe que Dios ya no interviene. El poder ya no viene del cielo ni necesita de intermediarios. Lo dijo Rousseau no hace mucho. El poder está en el pueblo soberano.

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