relatos con arte

Lo que sigue es un intento de utilizar la ficción para motivar el aprendizaje de la Historia de Arte. Lo que sigue son pequeños relatos apócrifos, reflexiones, descripciones, cartas o poemas. Textos inventados siempre, pero inspirados en la historia, para mostrar los sentidos de las obras o adaptarlos a nosotros. En ellos se hace hablar al autor, a un personaje, a un crítico, a un mecenas, a un profesor o a un espectador que nos cuentan sus razones, su manera de ver, su sentimiento o su reflexión ante la imagen plástica. Se intenta llevar a los ojos a un nivel correcto de enfoque (que no pretende ser único o excluyente de otros, pero que sí se pretende interesante) y animar a la lectura de lo que se ve, o lo que es lo mismo, educar la mirada y disfrutar del conocimiento, concediendo al contenido, al fondo de las obras, un papel relevante que en nuestras clases, necesariamente formalistas, se suele marginar.

Carne

Ayer murió Lucian Freud. El arte es autorrepresentación, es decir representación de ideas, personas  o cosas, y autorrepresentación, o representación del propio artista que respira a través de su obra. Para algunos, además, es representación de la realidad, de la verdad de las cosas y de los seres. Freud era uno de éstos. Un hiperrealista, dicen algunos. En todo caso, un realista que toma como objeto de representación a la persona y quiere ver más allá de lo que vemos. Por eso representa casi siempre a las figuras desnudas y las hace posar así largas jornadas. Su pintura es lenta. Investiga en la carne. Nos despoja de las cremas y de los afeites que nos disfrazan, para mostrarnos las arrugas y los michelines. Nos quiere enseñar lo que somos, no lo que queremos ser, y nos dice que somos carne. Sí, carne, materia blanda como el color empastado que utiliza y modela en sus cuadros. Somos desnudos con sexo, por eso Freud nunca rehuye mostrarlo. Pero aunque Freud nos muestra el sexo, sus desnudos nunca resultan pornográficos. Todo lo contrario. Son desnudos verdaderos, exentos de pudor, tratados con la fuerza salvaje de la pincelada expresionista, que no ha pasado en vano en la historia del arte. Son pura carne, la verdad que escondemos bajo nuestros trajes civilizados... Su pintura es la de una mirada curiosa, reveladora, atenta a cada volumen e imperfección. Nos dice lo que no queremos ver, lo que no queremos oír sobre nosotros mismos. Es la verdad descarnada de la carne... 

Decía una alumna mía el año pasado, que el retoque con photoshop hacía que algunos de sus compañeros parecieran irreconocibles en las fotos de las orlas. Pues bien, a mi me parece que el estilo de Lucian Freud es totalmente contrario a este retoque. Si no estáis convencidos de ello, mirad con detenimiento su autorretrato (derecha) o el retrato del expresidente de los EEUU, Ronald Reagan (izquierda). Fijaos en esa luz que cae desde arriba para dibujar las arrugas y para marcar mejor la sombra de la nariz sobre la boca, para dejar en la sombra el brillo de los ojos. Pinturas de carne ¿verdad? Vale la pena pensarlo y conceder al artista el tributo que se debe a quien nos revela una verdad tan importante.
Autorretrato. Óleo lienzo. Lucian Freud
Retrato de Ronald Reagan. Óleo lienzo. Lucian Freud. 
      

2 comentarios:

  1. En serio crees que su obra plantea la cuestion de que es el arte? Entonces el urinario de Duchamp que plantea?

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  2. Toda obra de arte plantea éste problema, porque éste es un problema no resuelto, es decir, un problema que cada cual resuelve a su manera. El arte es plástica con signos que significan y que nos dicen cosas que nosotros tenemos que leer. El problema es que el lenguaje plástico es diferente en cada arista, porque hay muchos idiomas, cada artista es un idioma. Sin embargo, todos ellos, todos los grandes artistas, parten de la comprensión del idioma anterior de todos los artistas que le han conmovido, de todos los artistas que le han enseñado a ser cómo es. Freud nos dice que el arte es representación, su pintura es objetual, realista, y clásica (en cuanto que se centra en la figura humana), pero también resulta expresionista por su obsesión por mostrar las verdades del cuerpo, buscando posturas nuevas y descocadas, o jugando con los cánones de belleza al uso...
    Su pintura fue menospreciada en su época de madurez por los progres que sólo admitían el realismo socialista o por los estetas que inspirados en el rupturismo vanguardista sólo admitían en Europa la pintura abstracta. Él y su amigo Bacon, en Gran Bretaña, abren el camino a nuevas formas de hacer arte moderno, y que están más y mejor inspiradas en la tradición clásica y barroca. Por eso, su pintura (es verdad que como casi toda gran pintura) se plantea una vez más lo que es el arte, como Duchamp...
    Su opción es muy interesante, si lo piensas, porque viene a decir que no es mejor el arte por innovar o por criticar la realidad social, y sí lo es por mostrar una verdad, cualquier verdad interesante en una época.

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